Actualmente se han generado una serie de cambios estructuralmente geográficos, como son determinadas carreteras en Pakistán próximas a una terminal ferroviaria de Kazajstán, la creación de un puerto marítimo en Sri Lanka o de un importante puente en Laos.

Lo que es intrigante es que todas estas transformaciones forman parte del proyecto de una nación que abarca tres continentes y afecta a más del 60% de la población mundial.

Ésta es la Iniciativa “Belt and Road” de China, el proyecto de infraestructura más ambicioso en la historia contemporánea que está diseñado para desviar el comercio global de su negocio de importación. Se le denomina la nueva ruta de la Seda y cuenta con la reconstrucción de la antigua ruta y creación de nuevas rutas marítimas.

¿Las empresas exportadoras chinas harán que China gobierne el mundo? Así es como China planea convertirse en la próxima superpotencia del mundo. La antigua ”Silk Road” era una red de rutas comerciales que difundían productos, ideas y cultura en Europa, Oriente Medio y China.

En éste momento dichas rutas están adoptando un enfoque de vanguardia y están construyendo colectivamente un cinturón a lo largo de SilkRoad o ruta de la seda. Éste cinturón consta de seis canales que sirven como nuevas rutas para comunicar y obtener bienes dentro y fuera de China.

Hasta el momento, más de 60 naciones han firmado acuerdos para estos trabajos (75% de las reservas energéticas conocidas en el mundo, el 70% de la población mundial). Y la lista continúa porque China lo impulsa como una victoria para todos. En la reciente visita del presidente chino a nuestro país, China tendió la mano de nuevo a España para que España entre también en la iniciativa. Tomemos, por ejemplo, el proyecto insignia de la BRI: Pakistán, que como la mayoría de las naciones del sur y centro de Asia, tenía una economía estancada y un problema de corrupción. No fue un lugar popular para el intercambio de divisas, hasta que en el año 2001, cuando China proporcionó la construcción de un nuevo puerto en el pueblo pesquero de Gwadar. Para 2018, las redes de carreteras y ferrocarriles, se ha convertido en un Corredor de 62 mil millones de dólares dentro de la BRI. Éste impulso beneficia a los dos países, Pakistán registró su mayor crecimiento del producto interno bruto en 8 años y forjó una relación estrecha con una importante potencia mundial como es China. Por otro lado, aseguró una nueva ruta alternativa para los productos de petróleo y gas de Medio Oriente. A través de proyectos como estos, China también encontró una manera de mejorar su economía.

Preguntar si “gobernará algún día el mundo China gracias a sus importaciones" es una pregunta ambigua y se realiza, dado el estado actual de las relaciones entre China y Estados Unidos. El presidente de EE. UU dijo que impondrá nuevos aranceles de cerca de 200 mil millones de dólares en productos chinos y amenazó con agregar decenas de miles de millones más. Como dichas propuestas están siendo expuestas en la cumbre del G20 hay muchas especulaciones sobre la probabilidad de que Estados Unidos y China puedan encontrar un acuerdo para sus problemas comerciales. El presidente Trump teme al gigante asiático.

Esperemos que por el bien de todos no volvamos a economías proteccionistas y que sea el libre mercado quien premie a los mejores jugadores independientemente del país que vengan.